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LA NECRÓPOLIS ISLÁMICA DE VALDEHERRERA (CALATAYUD)

Características de la maqbara

El yacimiento se encuentra,en el ángulo de confluencia del río Jiloca con el Jalón, siendo visibles ambos ríos y su rica vega, habitualmente inundable, que se extiende hasta los pies del mismo. Por todo ello Valdeherrera reunía bastantes de los requisitos para albergar una maqbara, al ser además habitual su ubicación en laderas o pequeños altozanos que dominan ríos o ramblas.

A pesar de ello, se piensa que la necrópolis está vinculada a un asentamiento temporal islámico que parece responder a razones estratégicas debido al control territorial que se ejercía desde este pequeño altozano desde donde se divisaba y controlaba perfectamente Calatayud, así como las rutas del Jiloca y el Jalón. Por otra parte, la presencia de los potentes fosos que circundaron la ciudad celtibérica en tres de sus lados y el cortado oriental, le proporcionaban un carácter inexpugnable y seguro para el asentamiento temporal musulmán y, por extensión, debido a la amplitud de la planicie existente de aproximadamente 35ha, para la ubicación del cementerio.

Descripción de la maqbara

Hasta el momento, en las campañas arqueológicas que se han llevado a cabo se han localizado 62 tumbas individuales, según marcan los preceptos religiosos, siendo simples fosas de unos 40 o 50 cm de anchura abiertas en los niveles de destrucción y abandono de las viviendas de la ciudad sertoriana, llegando a perforar en algunos casos los pavimentos de mortero blanco de las estancias como en el caso de las tumbas T 6, T 7 y T 8, sin que las tumbas situadas en la calle llegasen a perforar su firme formado con grava apelmazada.

La necrópolis se encuentra perfectamente organizada en un espacio abierto, como en la mayoría de las maqabir peninsulares, sin cercados o delimitaciones que la circunden. Bien es cierto que, a falta de una visión global, la zona excavada es suficiente para apreciar una organización espacial preestablecida mediante sepulturas alineadas que configuran calles paralelas de circulación por las que transitarían los cortejos funerariosy los visitantes

La maqbara de Valdeherrera presenta unos enterramientos que responden a un esquema sobrio y sencillo, si guiendo la doctrina malikí ampliamente difundida en al-Ándalus que estableció una serie de ritualesy normas vinculados con ella que censuran y desaprueban las tumbas monumentales y promueve que fuesen estrechas, excavadas en la misma tierra y “no más profundasque la cintura de un hombre”, sin obra alguna. Los cubrimientos son sencillos, a lo sumo una simple cubierta de madera, lajas o tejas, sobre la que se dispone un túmulo de tierra a modo de única señalización externa de la tumba. Se observa una gran homogeneidad tipológica y una total ausencia de otros elementosde señalización como cipos,estelas, etc. De esta manera se mantienen los preceptos de igualdad social y económica que debentener los enterrados y sus tumbas.

Respecto a su orientación, si bien se aprecia un respeto a los rígidos preceptos coránicos, se puede observar una cierta flexibilidad y ligeras variaciones, desviándose ligeramente del tradicional eje NO-SE perpendicular al eje de la qibla y depositando el cuerpo envuelto en un sudario. La orientación de las cabeceras se mantiene en un arco bastante homogéneo entre 285º-300º, exceptuando las tumbas 5, 8, 9, 13, 20 y 33, que presentan una orientación casi perfecta O-E, pero siempre con el rostro orientado hacia el SE, forzándolo si es necesario con la colocación de una piedra que bloquee el cráneo.

Se han identificado dos tipos de inhumaciones, excavadas siempre en el terreno, en las que se observa un rito unitario. En ambos casos la planta de la fosa es longitudinal con extremos rectos o levemente curvos y ligeramente ahusada; la parte inferior es más estrecha para facilitar el encaje del cuerpo que, en ocasiones, puede aparecer calzado con piedras en la espalda para mantener su posición sobre el lateral derecho e inmovilizarlo, especialmente tras el cráneo para asegurar su orientación:

- Fosa alargada con extremos redondeados y paredes rectas, sin enlucido o enfoscado alguno; se cubre con un pequeño túmulo longitudinal formado por la tierra procedente de la excavación de la tumba. Generalmente esta fosa se abre en espacios que presentan pavimentos duros.

- Fosa alargada con extremos rectos o redondeados y cubierta por tres ocuatro losas de yeso alabastrino colocadas a un agua descendente hacia el N protegiendo la parte dorsaldel cuerpo enterrado. Estas losas procedende la partición de los bloques alabastrinos empleados en los zócalos de las viviendas celtibéricas, de ahí que la ausencia de zócalos y cimentaciones en algunas zonas de la ínsula excavada, especialmente en su zona noreste, sea una consecuencia del expolio y reutilización de los sillares para estos menesteres. En algunos casos se han colocado cuñas o pequeños fragmentos de losas en los huecos que quedaban entre las losas. Posteriormente se cubría la tumba con tierra, quedando visible la cresta de la cubierta. Son muchos los paralelos que encontramos para este tipo de enterramiento a lo largo de al-Ándalus, variando el tipo de materia empleada para las cubiertas –piedra, ya sean losas o sillarejos, tajas o tegulae reutilizadas, e incluso adobes–.

Antonio Díaz Serrano

BIBLIOGRAFÍA:

SÁENZ PRECIADO, J.C. y MARTÍN-BUENO, M. (2013); La necrópolis musulmana de Valdeherrera (Calatayud,Zaragoza) nuevos datos cronológicos sobre la fundación de Calatayud, Zephyrus 72, Universidad de Salamanca, Salamanca, pp.153 -171. 

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