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EPIGRAFÍA FUNERARIA

A lo largo de este apartado temático encontrarás numerosa información acerca de las posibles inscripciones que se pueden hallar en cualquier objeto o contexto que esté relacionado con el mundo funerario islámico.

Descubriremos que no sólo la epigrafía consiste en la escritura, rasgos léxicos o frases del Corán, sino que también, en este sentido, los musulmanes grababan figuras geométricas o representaciones simbólicas. 

E igualmente veremos que no únicamente tenemos epigrafía islámica en piedra, como lápidas o estelas; de igual manera existen otros materiales u objetos en los que se conservan grabados, dibujos y demás textos.  

Encontramos muy enriquecedor este tema debido a la alta variedad de campos que podemos abrir y en los que podemos indagar, así que, si queréis... acompañadnos unas líneas más abajo.

Evolución epigráfica

Durante este breve apartado haremos un breve repaso analizando la evolución que ha experimentado la epigrafía funeraria en el territorio de Al-Ándalus. Veremos que, al contrario que ocurre con la epigrafía de carácter nominativo, en la epigrafía funeraria no encontraremos solo aquellas que pertenecen a las élites sino que pueden ser caracteres, textos o grafías dedicados a todos los sectores que componían la sociedad musulmana ya que el proceso de defunción es un hecho de máximo respeto y que atiene a todos por igual. Ello no quita que, obviamente, podamos distinguir entre aquellas tumbas que pertenecen a miembros de clases más altas y a otros de menor poder adquisitivo, aunque esto va en contra de las prescripciones del hadit que se refiere al embellecimiento de las tumbas, hecho que estaba mal visto.

Así pues, y siguiendo el trabajo de Mª Antonia Martínez (2011), quien realiza una gran recopilación de la epigrafía funeraria en el territorio de Al-Ándalus, veremos como ha evolucionado la forma de componer este respetuoso detalle y recuerdo a los difuntos.

  • Emirato:

Son los enterramientos más arcaicos pero según las excavaciones arqueológicas, entre las que podemos destacar la de Marroquíes Bajos en Jaén (de la cual hay publicada ya una entrada en el apartado de Yacimientos Arqueológicos) no encontramos datos acerca de la existencia de elementos epigráficos funerarios en los primeros momentos de dominación musulmana. No será hasta el Emirato Independiente cuando se generaliza esta costumbre que será llevada a cabo mediante un tipo de lenguaje común y culto, aunque, insistimos, no era posible realizar epitafios para todos los miembros de la sociedad.

Las tumbas más antiguas con epigrafía son de primera mitad del siglo IX, concentradas únicamente en la ciudad de Córdoba y una en Pechina (Almería). Otra necrópolis que destaca esla Plaza del Castillo (Pamplona), pero no hay constancia de que haya restos epigráficos correspondientes a esta época.

Son pues seis los epitafios (cinco de Córdoba) los hallados en este siglo, referentes a antiguas esclavas liberadas por los emires. Se pueden observar tímidos acabados florales en las grafías de las letras. Del siglo X, aún en época emiral, tenemos dos ejemplares: uno procedente de Almería y otro de Madrid.

Todos ellos están hechos en piedra, de forma rectangular, bordeadas por una lengua en sobrerrelieve y escritas en caligrafía cúfica. En cuanto al texto se refiere única y exclusivamente a aspectos funerarios relacionados con el difunto y el Islam. Podemos destacar que en el Califato Omeya oriental no se ceñían a tales temas.

  • Califato

Con la consolidación del nuevo poder político bajo la persona de Abderramán III Al-Ándalus va a experimentar grandes cambios y entre ellos se encuentra, por supuesto, el tema que nos concierne.

Si bien desde el 930 comenzaremos a poseer numerosa evidencias de epitafios que pertenecen a este periodo, así como se amplía la localización de los mismos, no solo centrándose en Córdoba. La tipología, sin embargo, no cambia mucho. Los ejemplos que encontramos siguen predominando los de piedra, con la lengua de relieve bordeando el texto y más altos que anchos (aunque encontraremos algunos así también).

Los cambios más notables que podemos observar son referentes a la grafía, pues se deja de lado el cúfico arcaico y se comienza a instaurar la costumbre de escribir los textos funerarios en cúfico florido, que cambiará igualmente al cúfico denominado como simple. Si bien esto ocurre en las ciudades puesto que en los núcleos rurales se mantiene el cúfico arcaico. También difiere el tallado de la caligrafía, manteniéndose en relieve en las urbes y realizándose en bajorrelieve o inciso en las zonas agrestes.

Los estudios que se han hecho han revelado que Córdoba mantenía un papel importante, pero los enclaves rurales como Mengíber o Baños de la Encina también nos han aportado valiosa información.

La imagen de la izquierda es una estela procedente de Mengíbar (Jaén) y la de la derecha es un cementerio islámico de Orihuela (Alicante), donde se pueden observar las estela sobre la cabecera de la tumba.

  • Reinos de Taifas:

De igual manera que la unidad política se fragmenta en este periodo, se diversifica los tipos de estelas, aparecen nuevas grafías y decoraciones.

La influencia austera del estilo cordobés es muy notable en su entorno, pero lejos de este radio sí se pueden apreciar mejor algunos cambios. El mejor exponente de esto es la taifa de Toledo.

Comenzamos a ver aquí estelas con la forma de cipo o fuste de columna, fabricadas en mármol principalmente pero cuya fabricación era preconcebida, y se preparaba el tamaño para albergar un texto u oración determinada. Estaban enmarcadas por una especie de lengua en sobrerrelieve. La caligrafía era en un cúfico evolucionado y trabajado, con ornamentos vegetales profusos. La cantidad de estelas solo es comparable a la de la Córdoba califal o la Almería almorávide.

En la taifa de Badajoz aunque se mantuvo el estilo de estela tabular se desarrolló una grafía en un cúfico especial, de tradición cordobesa pero con una rigidez en su forma y con una ornamentación propia de la epigrafía no funeraria.

  • Imperio Almorávide:

Si hasta ahora no habíamos apreciado cambios significativos, con la entrada de los almorávides en la península veremos que esto va a cambiar enormemente.

Se van a introducir dos nuevos tipos de estelas funerarias:

     a) la estela de arco simbólico o tabular, que lleva un arco de herradura inscrito;

     b) Mqabriyya, estela prismática con sección triangular situada en la sepultura como si fuera un pequeño túmulo.

A pesar de ello la tradicional siguió empleándose, como se observa en algunas en Córdoba.

El material más empleado para las estelas en este periodo es el mármol, y la grafía, más homogenizada que durante el Califato, es el cúfico simple, con un estilo más estilizado y esbelto.

Para este tiempo la mayor profusión de estelas y epigrafías funerarias que poseemos son de la ciudad de Almería.

  • Imperio Almohade:

Durante la dominación almohade se mantiene el formato y tipo de estelas empleadas durante la almorávide. No obstante sí se pueden apreciar ciertos cambios.

Las estelas tabulares presentan diferencias en cuanto a la composición general y a la ornamentación de la caligrafía. Se generalizó la escritura en cursiva y los ornamentos florales. Aunque esto no dejó atrás al cúfico, que evolucionó y sus terminaciones de diseño fueron geométricas y vegetales, muy característicos de la etapa final de Al-Ándalus, la nazarí.

Se produjo una diversificación de los materiales constructivos, pudiendo encontrar estelas tanto en piedra como en cerámica vidriada o incluso argamasa.

En cuanto al mensaje se va a dividir en dos: los altos cargos y personajes importantes con dinero van a redactar largos epitafios, mientras que los individuos enterrados en maqbaras (públicas) tendrán, si acaso, un breve recordatorio o una escueta frase coránica.

Algunos de los ejemplos más característicos de esta evolución los podemos rescatar en la ciudad de Málaga. Entre las estelas destaca una realizada en cerámica vidriada en cúfico cuidado y con ornamentos florales.

  • Nazaríes:

Se siguen empleando las lápidas de piedra rectangulares con o sin arco simbólico, y las maqbriyyas, pero se generaliza el uso funerario de la cerámica vidriada. Se siguen haciendo las estelas tabulares pero se empiezan a hacer también discoidales o, según variantes, ``de orejas´´.

Así pues, el uso de estela más común en este tiempo es la discoidal fabricada en cerámica vidriada.

Las grandes estelas de gente adinerada son por lo general rectangulares con el borde resaltado decorado con motivos geométricos como arcos polilobulados o asemejando almenas. Estaban escritas en caracteres en cursiva principalmente.

La mayor cantidad de estelas procede, por razones obvias, de Granada, aunque Granada también ha aportado bastantes restos de estelas, sobre todo de lozas doradas y de ladrillo.

Tipología de las estelas

  • Sahidat o Lápidas de piedra: son las primeras que conocemos son las más simples. De forma rectangular y hechas en mármol generalmente. Se situaban verticalmente en la cabecera y los pies de la tumba, pero no necesariamente en ambos lados. Existieron variantes como la del arco de herradura, que representaba simbólicamente el mihrab. Las primeras evidencias que tenemos en Al-Ándalus de estelas funerarias son de este tipo y se mantuvieron a lo largo de toda su extensión cronológica. 

  • Maqbriyyas: son estelas de sección triangular y, en ocasiones, escalonada en su base, como si fuera un ``tell´´ egipcio. Desde su introducción con los almorávides van a gozar de una utilización muy común, realizándose en gran cantidad de materiales diferentes.

  • Amu qabr o de cipo: estelas cilíndricas ubicadas en la cabecera verticalmente una solo o cuatro, una en cada esquina delimitando la fosa. Realizadas generalmente en piedra y características de Toledo.

  • Discoidales: son semejantes a las sahidat aunque más pequeñas y principalmente fabricadas en cerámica vidriada. Pueden tener la parte superior apuntada y portar dos apéndices en los laterales, por lo que a este variedad se la denomina ``estela de orejas´´. La mayor cantidad de estas han aparecido en Málaga.  

 

  • Ejemplos utópicos: son algunos ejemplos de estelas que contienen elementos diferenciadores y son excepcionales por lo que catalogarlas dentro de los demás tipos es obviar su encanto especial. Generalmente son variedades o se encuentran influenciadas por las de sahidat, aunque pueden mezclar elementos de varios tipos diferentes. Por ejemplo, una estela tabular que está decorada como si de un arco de herradura o polilobulado de un edificio se tratara.

Aunque algunos de estos tipos se han mantenido durante todo el dominio musulmán de la Península Ibérica ha habido ciertas predisposiciones a fabricar determinado tipo de estelas tanto geográfica como cronológicamente. Es el caso de los cipos de Toledo en el siglo XI, las mqabriyyas almorávides de Almería o las estelas de orejas de la Málaga de época nazarí.

BIBLIOGRAFIA

-NUÑEZ MARTINEZ, Mª ANTONIA; (1994); La estela funeraria en el mundo andalusí. Actas del V Congreso Internacional de estelas funerarias. Soria, 419-444

-NUÑEZ MARTINEZ, Mª ANTONIA; (2011); Epigrafía funeraria en al-Andalus (siglos IX-XII). Mélanges de la Casa Velázquez; 181-209.

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