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LA NECRÓPOLIS ISLÁMICA DE L´ ALFOSSAR

Características de la maqbara

La necrópolis de L´Alfossar se encuentra en la ciudad de Novelda (Alicante), en una zona agrícola a las afueras de la ciudad. Esta maqbara se localizó y se realizaron trabajos arqueológicos debido a que esta zona de la ciudad se iba a urbanizar. Según lo antecedentes históricos de la región, la actual ciudad de Novelda estuvo ya ocupada desde los siglos X y XI d.C., aumentando su población en época almohade tras la construcción del Castillo de Mola. Las necrópolis se situaron en los caminos cercanos a las puertas de acceso de la ciudad, manteniéndose en el mismo lugar tras la conquista cristiana, ya que la población mayoritariamente sería mudéjar, conservando sus tradiciones y costumbres.

Tras los trabajos de prospección y excavación se pudieron documentar un total de 177 fosas de variada tipología, entre ellas las fosas simples y las mixtas. Todas ellas contenían a un solo individuo, ya que en la estratigrafía vertical de ellas no se pudo apreciar la existencia de algún otro difunto. Todas estas fosas son de un mismo momento cronológico, ya que tampoco se localizaron superposiciones, aunque es un dato que aun es temporal, ya que la maqbara no se ha excavado en su totalidad. Los datos aportados por la orientación de las fosas y por la disposición de los cadáveres en su interior, indican que estamos ante una necrópolis andalusí, corroborado por las evidencias materiales documentadas en el interior de las fosas, que aunque escasas, aportan una cronología de época almohade. En relación a la organización del espacio funerario, las tumbas se disponen unas junto a otras sin un orden aparente.

Todos los enterramientos se sitúan en fosas que presentan una dirección NE-SW, con pequeñas variaciones sobre la orientación que podrían relacionarse con la estación del año en que fueron practicados. Las fosas son todas de forma rectangular con los extremos curvos, excavadas en el estrato geológico, aunque se distinguen, al menos cinco tipos de tumbas, que son de la misma tipología que se han podido documentar en otras necrópolis andalusíes:

  • Fosa simple sin cubierta: muchas de ellas están destrozadas por las labores agrícolas. La gran mayoría de ellas no presentan ninguna señalización.

  • Fosa con cubierta de piedras: con alineación de lajas de piedra en vertical, sin trabar y en ocasiones calzadas con cantos o piedras de menor tamaño, siempre revistiendo la pared occidental.

  • Fosa con murete de barro o adobes: de unos 10 cm de anchura, siempre en la pared occidental.

  • Fosa mixta: presentan un murete de barro rematado por una laja de piedra en vertical, colocada a los pies de la fosa o en la cabecera. También se ha dado el caso de presentar la mitad de la pared occidental recubierta con barro y la otra mitad revestida con lajas

  • Fosa con cubierta de ladrillos: sola una tumba sin ningún individuo en su interior, presentando una pared (la occidental) revestida por ladrillos.

Las dimensiones de cada una de las estructuras funerarias varía según sea la longitud de y la altura del individuo enterrado. No obstante, la longitud de las fosas oscilaba entre los 0,51 m y los 2,10 m, mientras que la anchura, aunque variable según se trate de adultos o infantiles se sitúa entre los 0,12 m y los 0,48 m. Del conjunto de enterramientos se ha constatado un total de 50 individuos en buen estado (28,24%), 53 regular (29,94%) y en malas condiciones un total de 71 (40,09%). En cuanto a la presencia del cómputo global de huesos del individuo, se registraron un total de 107 individuos completos (60,43%), 59 parciales (33,33%) y 8 fragmentarios (4,51%). Con todo esto, podemos concluir que el estado de conservación en general es regular, teniendo en cuenta que la mayoría de las fosas se vieron afectadas por las labores agrícolas desarrolladas en la parcela.

En el interior de la fosa se colocaba el difunto siguiendo las premisas propias del ritual funerario islámico, que establecía la inhumación de los esqueletos en posición decúbito lateral derecho en un lado de la tumba. Se depositaban desprovistos de ataúd, generalmente con un sudario y orientados en ángulo recto con la qibla, en el caso de Al-Ándalus eje NE-SW y con la cara mirando hacia el mismo lugar. Las extremidades inferiores ligeramente flexionadas y los brazos recogidos hacia delante sobre la región púbica. De esta forma el creyente disfruta de la misma relación material con la qibla tanto en vida como después de la muerte. El cadáver debe introducirse en la fosa verticalmente, comenzando por la cabeza.

Tal y como prescribe la cultura islámica, no se han encontrado elementos de ajuar en el interior de las fosas, aunque hay presencia de algunos fragmentos cerámicos que podrían formar parte del sedimento que en su momento colmató la tumba en un contexto posterior al enterramiento. De las 41 tumbas en las que se ha localizado restos cerámicos, tan sólo en 10 de ellas se han encontrado exclusivamente fragmentos islámicos, la mayoría de cronología almohade. Se trata de fragmentos de jarritas/os decoradas/os con bandas pintadas la mayor parte de ellas en óxido de manganeso. En las tumbas restantes se registraron restos cerámicos como fragmentos de tinajas, ollas, alcadafes, platos, jarras/os o cuencos que aportan una cronología variada pero posterior a época almohade. Los elementos de adorno tampoco son frecuentes en los enterramientos andalusíes, pero en este caso aparecieron en algunas tumbas. En la mayoría se trata de objetos de metal, concretamente bronce, que por lo general se encuentran bastante mal conservados y entre los que se pueden reconocer algunos pendientes, un anillo, restos de tejido de hilo metálico, posiblemente de bronce, que podría proceder de una malla metálica y dos pulseras de pasta vítrea.

De nuevo estamos ante otro ejemplo de maqbara andalusí que presenta los rasgos característicos del ritual funerario, como por ejemplo la orientación NE-SW y la tipología de las fosas.

 

 

Víctor Aparici Florín.

BIBLIOGRAFÍA:

​- LÓPEZ SEGUÍ, E; TORREGROSA GIMÉNEZ, P; QUILES MUÑOZ, J; DE MIGUEL IBÁÑEZ, M; NAVARRO POVEDA, C. (2004): “La necrópolis islámica de L'Alfossar (Novelda, Alicante)”. Recerques del Museu d’Alcoi, 14 (2005), 143-156

- NAVARRO POVEDA, C. (1992). “Localización de una necrópolis islámica en el actual casco urbano de la ciudad de Novelda”. Revista de Fiestas de Moros y Cristianos de Novelda. ​

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