EL IMPERIO ALMORÁVIDE (1086 - 1146)
Desarrollo político y territorial
Las dinastías almorávides serán muy importantes en el occidente islámico medieval, ya que unificarán e integrarán al-Ándalus y el Magreb bajo su poder. Su origen se encuentra en las poblaciones beréberes del norte de África, lugar donde eligen fundar su capital, Marrakech, desde donde extendieron su gobierno durante varias décadas en el siglo XI. La dinastía almorávide se constituyó a partir de un movimiento político-religioso de reformismo ortodoxo y puritanismo doctrinal, siendo este ideal unas de las características más significativas de los primeros años que estuvieron en al-Ándalus.
El gobernador almorávide más destacado fue Yusuf Tasufin, quien fundó Marrakech, completó la conquista de todo el Magreb occidental y central y anexionó al-Ándalus, deteniendo el avance cristiano, aunque sin poder acabar con él, situando la frontera en el río Ebro. La conquista de al-Ándalus se desencadenó tras la llamada que hicieron los reyes de las taifas andalusíes a los almorávides, ya que los cristianos estaban avanzando sin control. Ante los continuos problemas políticos y la incapacidad que mostraban los reyes de las taifas, Yusuf Tasufin decidió derrocarlos y unificar el territorio andalusí bajo su mando. El pueblo andalusí apoyó la intervención almorávide ya que esperaban de la dinastía africana una moralización de la vida pública y, sobre todo, el alivio de la presión fiscal. Las dinastías almorávides gobernaron bajo el lema de proclamar la verdad, corregir las injusticias y suprimir los impuestos ilegales.
Las victorias más importantes en la conquista de al-Ándalus fueron las siguientes:
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En 1086 la victoria de Sagrajas.
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En 1088 el asedio de Aledo.
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En 1090 conquista Granada, Málaga y Tarifa.
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En 1091 conquista de Córdoba, Carmona, Sevilla, Almería, Murcia y Jaén.
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En 1092 conquista Valencia.
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En 1094 conquista Badajoz y Lisboa, a la vez que vuelve a perder Valencia.
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En 1097 obtiene una gran victoria en Consuegra.
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En 1102 conquista definitivamente Valencia,
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En 1108 consigue otra gran victoria en Uclés.
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En 1109 conquista Talavera
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En 1110 conquista Zaragoza
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En 115 recupera las Islas Baleares
Un elemento unificador a nivel político y social de todo el imperio lo constituyó el derecho malikí. La defensa y seguimiento incondicional de esta escuela jurídica por los almorávides, cuyos gobernantes se consideraban a sí mismo líderes religiosos, otorgó a los alfaquíes un gran poder, influencia y prestigio. Fue la base ideológica del Estado y un elemento de importante control social mediante su estricta y reducida ortodoxia y una aplicación literal de la normativa en todos los ámbitos de la vida.
El arte almorávide, dedicado principalmente a la arquitectura de las mezquitas, recibió una gran influencia gracias al refinado arte andalusí, comenzando obras tan imponentes como las realizadas en Marrakech (Koubba Ba´Adiyn), que se caracteriza por la profusión ornamental, la utilización de arcos polilobulados y mixtilíneos y el barroquismo de los motivos geométricos, atauriques y muqarnas.
Los almorávides gobernaron durante un periodo de tiempo breve, pues al poco de finalizar su expansión territorial comenzaron los problemas, tanto en al-Ándalus como en el Magreb.
En el caso de al-Ándalus, el aumento de la presión cristiana dificultó cada vez más la resistencia y la posición de poder almorávide, que se vio obligado a establecer nuevos impuestos, en contra de los que venían predicando cuando conquistaron el territorio andalusí. Comenzaron poco a poco las revueltas, sublevándose algunos gobernadores locales como en Córdoba, Jaén, Málaga o Valencia, que terminaría desembocando en unos segundos reinos de taifas.
Víctor Aparici Florín.
BIBLIOGRAFÍA:
- MARTÍNEZ ENORAMORADO, V. (2003): Los almorávides, unificadores del Magreb y al-Ándalus (s. XI-XII). Granada: Agencia española para la cooperación internacional, El legado andalusí.
- WATT, W. (2001):“Historia de la España islámica”, Alianza, Madrid.
